Seguimos brillando en el mundo del fútbol de salón

Por MANUEL SÁNCHEZ AGUIRRE
Presidente Fecolfutsalón
Después de haber vivido intensamente el Campeonato Mundial Femenino de Fútbol de Salón en territorio catalán y pese a que no pudimos conseguir nuestro sueño de repetir el título conseguido hace cuatro años, no me queda más que agradecerles, eternamente, a cada una de las personas que hicieron de esta nueva experiencia un momento sublime de nuestra historia deportiva.
Hoy, nadie podrá decir que Las Supercampeonas no escatimaron esfuerzo alguno para hacer valer nuestro prestigio; es más, deberán decir que se lucieron jugando a nuestro estilo, con nuestro propio sello. Tampoco podrán decir que nuestro país no pudo estar mejor representado, pese a las vicisitudes propias de la organización de un equipo.
Por ello, quiero, como representación del grupo, enaltecer el esfuerzo, el sacrificio y la valentía de una jugadora como Laura Gómez. Tres lesiones en plena concentración no fueron impedimento para poder cumplir su sueño. No hubo dolor, por más agudo que fuera, que la hiciera separarse de su ambición, ese objetivo por el que se había preparado por tanto tiempo.
Y qué decir de Paula Botero, quien sigue erigiéndose como un ícono internacional importante en nuestro deporte o de la misma Natalia Riveros, quien completó su tercer mundial…o cómo olvidarme de Paola Estrada, quien se llevó el trofeo como la goleadora del Mundial o de la propia Shandira, quien brilló con luz propia. En fin: para Magali, Leidy, Yenni, Carolina, Diana, Yurika y Maryori, mis infinitas gracias por haber representado a nuestro país con la dignidad que se merece nuestra historia.
Al cuerpo técnico mis respetos. A Mario, Wilinton y Augusto, mis agradecimientos totales por su compromiso.
Colombia le siguió cumpliendo al mundo del fútbol de salón siendo protagonista de primer nivel y eso también nos pone felices.
Todos queremos ser campeones, pero otros también lo piensan. Y aunque nos queda ese duelo e interrumpe un ciclo ganador en los últimos certámenes orbitales en todas las categorías, nos siguen respetando como potencia y eso tiene un gran valor también.
Supercampeonas, gracias por su entrega, tenacidad y por todo el corazón que exhibieron hasta en los momentos más difíciles. Esta vez no fue, pero regaron este jardín de flores que impregnará nuevas generaciones y revalidará el microfútbol femenino en nuestro país.
Y claro, no podría dejar de agradecer el incondicional apoyo que nos brindó la gran familia de Pinturas Tito Pabón. A doña Lida, a su señora madre, Ana Elia Forero, muchas gracias por creer en nosotros…por habernos dado la confianza de representar su firma en el Mundial y por habernos hecho sentir tan importantes de principio a fin.