Los periodistas lo dicen
- PRESIDENCIA
- 14 sept 2016
- 3 Min. de lectura

Bogotá, 13 de Septiembre de 2016
FCFS – 152
Señor
ESTEBAN JARAMILLO
Periodista Deportivo
Ciudad
Respetado Esteban Jaramillo (FOTO):
Qué bueno que en el país todavía queden periodistas con la capacidad de opinar y decir lo que piensa porque no tienen ese miedo o temor al fútbol o a la FIFA, o aún más allá de empresas o medios de comunicación que callan y orientan la opinión de quienes tienen un micrófono o escriben en un periódico o salen en la pantalla en los medios de comunicación, porque están cobijados por negocios de exclusividad con la FIFA o la Federación de Fútbol, es así como usted lo dice, los ciclistas colombianos merecen un capítulo aparte.
En nuestro deporte el cual dirijo y presido la Federación Colombiana de Fútbol de Salón conocido popularmente como el Microfútbol en Colombia, somos sometidos a toda clase de vejámenes por parte del fútbol para plagiar y arrebatarnos nuestro deporte que ya cumple el 26 de septiembre de este año sus Bodas de Oro en nuestro país, cuando Don Jaime Arroyave trajo el primer reglamento en un avión de las FAC, se nos pretende reemplazar solo por una modalidad de ellos, llamado el fútbol sala, sin historial alguno en el país, pese a que el microfútbol ostenta unos éxitos tangibles y palpables como:
Tricampeón Mundial Varones Mayores
Campeón Mundial Femenino
Campeón Mundial C – 17
Tercer puesto en la categoría C-20
Lo que nos convierte en el único deporte en la historia de lo deporte colombiano en pentacampeones del mundo en deporte de conjunto, además de ser el deporte más practicado por los colombiano y el más popular de ellos.
Don Esteban nosotros sí que entendemos esas palabras con las que usted define cada uno de los extremos del deporte colombiano.
Cordial saludo,
MANUEL ENRIQUE SANCHEZ A.
Presidente
La siguiente fue la columna del periodista deportivo en futbolred:
La arrogancia del fútbol, la humildad del ciclismo
No coinciden, en las alturas, en Colombia, el ciclismo y el fútbol en estos días. El ciclismo con la lucha titánica, con la rivalidad sin límite, con jornadas interminables de esfuerzo, con los celebrados triunfos y la gloria de sus protagonistas, para la felicidad de un pueblo. El fútbol por sus resultados intermitentes, los vaivenes en el rendimiento de los ídolos, con sus altas y bajas inexplicables, disfrazadas en justificaciones pueriles, a las que hacen eco comunicadores subordinados.
El ciclismo no admite desfallecimientos porque la rivalidad es feroz. Quien se debilita pierde. El fútbol acepta todo tipo de maniobras y aunque, en ocasiones, relampaguean los triunfos, la insatisfacción de los aficionados es permanente.
Sus resultados no son siempre la consecuencia de las tareas metódicas, bien diseñadas, preñado en ocasiones por maniobras truculentas. Son deportes pasionales ambos, que tantas opiniones radicalizan, con entusiastas confrontaciones que llegan al insulto. Todo tan típico en nuestro medio intolerante. El ciclismo es un canto a la humildad. El futbol a la arrogancia.
Nairo Quintana es música para el oído que traga kilómetros y consume montañas, con mensajes que calan profundo en medio de la hilaridad de los aficionados. Los ídolos futboleros aturden con sus genialidades de un día y se desmoronan en burdas acciones teatrales, buscando justificación a sus caídas. En el futbol fluye el dinero con derroches, en el ciclismo el inclaudicable espíritu luchador de cunas humildes, con valores que pasan más por la gloria de los triunfos que por la ostentación permanente.
El futbolista busca el mejor auto. El ciclista, la mejor bicicleta. El futbolista a mujeres bellas, con incursiones permanentes en la farándula o en la frivolidad de la vida nocturna. ¿Cuándo han visto a un ciclista ensayando bailes, tras una victoria de etapa? No es posible porque han dejado en carretera el ultimo sudor, el último esfuerzo…Ya no hay fuerzas en el cuerpo y en el alma. ¿O explayándose en los platos de la TV, fanfarroneando son sus éxitos? Qué viva el futbol, que es pasión de multitudes. Pero, bienvenida esta camada de ciclistas al comando de Nairo Quintana, que ha enloquecido el pueblo con mañanas inolvidables, archivadas en la memoria por los relatos candentes y emocionados de narradores con imaginación sin límite, que hicieron mas grande la fiesta.
Cuanto debe aprender el fútbol del ciclismo. Sobre todo si las habilidades no tienen cerebro y marcan el fracaso inevitable. Qué lindo y conmovedor el aplauso de Froome para Nairo, después de la batalla titánica que gano el boyacense. Saber ganar… Saber perder.
Esteban Jaramillo Especial para Futbolred En Twitter: @estejaramillo











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